Tarta de nata portuguesa sin azúcar, elaborada con estevia.
Hoy, desde todoestevia os traemos una receta fácil y tradicional. Además, queremos enseñaros a hacer la tarta de nata portuguesa con leche condensada sin azúcar… ¡Sí, sin azúcar!
La leche condensada nos encanta a la gran mayoría, pero todos somos conscientes de que es muy dulce. Por lo tanto, lleva mucha azúcar, pero con esta receta podréis elaborarla con estevia y disfrutar de vuestros cafés, postres, fresas… También hay que señalar que de esta forma es más baja en grasas y que encima es apta para diabéticos. No hay excusas para cuidarse y disfrutar de un buen postre.
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Ingredientes:
Para la leche condensada:
- 250 ml de leche desnatada.
- 115 g de leche desnatada en polvo.
- 25 g de estevia.
- Una pizca de gelatina neutra en polvo o agar agar (espesante). La misma cantidad que cuando usamos sal.
Para la tarta de nata portuguesa:
- 20 galletas sin azúcar.
- 500 ml de nata.
- 220 g de leche condensada casera.
- 5 hojas de gelatina.
- 70 g de margarina o mantequilla.
- Canela (opcional).
Elaboración:
Para la leche condensada:
- Ponemos la leche a calentar en un cazo a fuego medio. Añadimos también la leche en polvo y la estevia. Removemos constantemente para que no se pegue ni se queme.
- Una vez esté caliente, añadimos la gelatina neutra o el agar agar para espesar. Seguimos removiendo para que se diluya en la mezcla.
- Cuando alcance el espesor deseado (tipo crema), que será pasados unos 45 minutos aproximadamente, lo quitamos del fuego y ya estará lista.
- Reservamos en la nevera para nuestra tarta.
Para la tarta de nata portuguesa:
- Lo primero de todo será sumergir las hojas de gelatina en agua fría durante 10 minutos.
- Por un lado, trituramos las galletas. Este paso podéis hacerlo con ayuda de una thermomix si disponéis de ella, pero tened en cuenta que quedará la galleta más en polvo y por lo tanto saldrá más cantidad. O si no tenéis, podéis meterla en una bolsita transparente para que no se salga y molerlas con ayuda de un rodillo.
- Reservamos una cantidad de galleta para la decoración.
- Mezclamos la margarina o mantequilla con la galleta en polvo hasta obtener una pasta.
- Forramos el molde con papel de horno o untamos mantequilla y harina para que no se pegue. Rellenamos el molde con la pasta de galleta y reservamos en el frigorífico.
- Por otro lado, con ayuda de unas varillas eléctricas, montamos 400 ml de nata (los otros 100 ml los utilizaremos para diluir la gelatina próximamente).
- Una vez este montada la nata, echamos la leche condensada y mezclamos con movimientos envolventes. Reservamos en la nevera.
- Calentamos los 100 ml de nata y cuando esté caliente echamos las hojas de gelatina para diluirla.
- Dejamos enfriar un poco y lo mezclamos con el resto de nata y leche condensada.
- Posteriormente, vertemos la mezcla de nata sobre el molde, encima de la base de galletas y volvemos a meter en el frigorífico.
- Dejamos enfriar la tarta durante mínimo 4 horas, aunque recomendamos una noche entera.
- Cuando vayamos a servirla, echamos el resto de galleta en polvo por encima de la tarta para decorarla. También podéis echar un poco de canela por encima para decorar.
Consejo
Esperamos que disfrutéis de esta tarta tanto como nosotros. Y si os ha gustado, no olvidéis compartirla con vuestros familiares y amigos en las redes sociales.
